El pie diabético: síntomas y tratamiento preventivo

Planta para pie diabético con amputación digital

Más de 25% de las personas que padecen diabetes mellitus tipo 1 o 2 desarrolla problemas en los pies. Esta patología afecta también el sistema nervioso periférico dañando los nervios y comprometiendo la correcta funcionalidad de los miembros inferiores.

Un atento y continuo control del pie en los pacientes con patología dismetabólica puede reducir las consecuencias más frecuentes de la diabetes, como por ejemplo, la ulceración, la infección y la amputación.

Síntomas del pie diabético

Los primeros síntomas del pie diabético son principalmente:

  • pérdida del vello;
  • las uñas comienzan a crecer mal (onicodistrofia);
  • sensación de frío en las extremidades (especialmente los miembros inferiores);
  • pérdida de sensibilidad que hace que el paciente no sienta cortes accidentales, quemaduras o la aparición de úlceras que, en consecuencia, se pueden agravar, infectar y, si no se tratan, causar la gangrena progresiva de los tejidos.

Incluso los factores biomecánicos vinculados con las deformidades del pie, como las cabezas metatarsales prominentes o deformidades digitales, determinan un desequilibrio a nivel plantar, en particular al caminar. Esta presión causa estrés y daña el tejido y puede determinar una condición de pre-ulceración.

Pie diabético: tratamiento preventivo/conservador

Al menos en un primer momento, el tratamiento del pie diabético es conservador y consiste en el uso de órtesis y plantillas protectoras/correctoras que actúan como descarga de las zonas afectadas por lesiones ulcerativas.

Las órtesis plantares y digitales tienen un rol muy importante en el paciente diabético y se utilizan para la prevención (primaria y secundaria) y también para el tratamiento de las lesiones ulcerativas.

Las órtesis digitales tienen un rol fundamental porque descargan, compensan, re-equilibran y eventualmente corrigen las alteraciones estructurales de los dedos. El paciente diabético, con deviaciones axiales, necesita órtesis protectoras/correctoras para prevenir la formación de lesiones cutáneas y en el caso de lesiones existentes, protegerlas contra agentes traumáticos.

Sobre todo para estos pacientes considerados frágiles, las siliconas para ortoplastia deben ser absolutamente bio-compatibles y atóxicas.

Cuando el tratamiento conservador no puede obstaculizar la recidiva de las lesiones ulcerativas, se toma en consideración la hipótesis de la intervención quirúrgica.